13.5.13

Qué sabréis vosotros de respirar.

Acaba de decidir que no quiere ir al infierno, pero sus párpados opinan lo contrario. Quizás debería entregarse a la cafeína, a la nicotina o a la cocaína. Quizás tendría que despedirse de las anáforas. Quizás podría cambiar la melodía del estribillo. Quizás querría dejar de comer para que sus entrañas engulleran lo que resta, no lo que suma.
Quizás es una palabra demasiado tormentosa.
Se le ha escapado la vida corriendo hasta abajo.