24.10.13

And then it rained.

Este mundo da cada vez más asco.
Los pantalones me quedan cada vez más grandes.
¿Te has fijado? Cada vez más. Progresión, continuación, aumento. Evolución, dirían algunos. Angustia, es lo único que pienso yo.
¿Y por qué? Porque lo que siento me da cada vez más miedo.
Se me ha olvidado describirme sin lirismo. Ya no sé de qué modo sacar lo que cargo dentro sin metáforas. Así que aquí estoy, después de varios días aterrorizada, pensando que ya he llegado a una conclusión acertada. Sin saber qué hacer con esa conclusión acertada. Sin saber, supongo, cómo entenderme.
¿Que qué hago escribiendo esto? No lo sé, dímelo tú. Desde luego, no es lo usual.  Eh, ¿no has pensado que tal vez sí lo sea? Tal vez esto es para mí un juego, tal vez quiero que pienses "le sucede algo" por el mero placer que ello me produce. Porque sólo intento llevar a tu mente una serie de imágenes que poco o nada tienen que ver conmigo. Pero, ¿de verdad es un juego? No sé si escribo para ti... o para mí.
Esto es -id est-, ¿y si se trata únicamente de un juego? Cuando digo que soy una mentirosa, te estoy confiando mucho, mucho más, que eso. Te doy una clave. Puede leerse de diversas maneras. Y sé que tú, tú, que me conoces, lo vas a interpretar de modo correcto, ya que -sin que se nos escape nada- estamos hablando de mentiras comunes. Pequeños pecados cotidianos que nos calzamos como zapatillas de andar por casa. ¿De verdad tengo que decirte cuántos problemas estoy encerrando en un párrafo y medio?
Pero volvamos a lo que me da miedo. Me han sacudido las entrañas, me han exprimido los lagrimales, me han cortado la respiración más veces de las que me es decoroso reconocer y -¡y!- a pesar de todo me restan fuerzas para seguir de pie. Para seguir de pie y pensar.
Sería muy típico confesar que has sido tú lo que me ha mantenido erguida ante la adversidad. Sería muy típico, además de tratarse de una mentira muy retorcida. (¡Vaya! ¿Volvemos a jugar? Tal vez te miento, tal vez te miento mintiéndote, tal vez te miento si te digo que es verdad, tal vez te miento si te digo que es mentira.) Ahora entiendo que no tengo por qué torturarme sola, que tienes el talento necesario para torturarte conmigo.
Perdóname, porque no sé hacer esto de otra manera.
He decidido quedarme tumbada en la azotea buscando nuevas estrellas.

3.10.13

Que le jodan a todo, que te jodan a ti.

¿Y por qué una mentira, y no más bien otra cosa?
Se acercó a la ventana con paso trémulo. La abrió. "Hoy no pasarás, otoño. No, hoy no". La cerró. Caviló dejarla entreabierta. La volvió a abrir, la volvió a cerrar. En realidad, podría. Media vuelta y hasta la cama. Se deja caer -con levedad, porque es leve-, y media vuelta y hasta el rincón. Con la frente en la pared, piensa en que tal vez es demasiado tarde y el otoño ya ha entrado.

Podría escribirte canciones de amor, podría componerte un yambo.
Podría quitarte la ropa y con las mismas volarte la cabeza.
Podría colocarte una corona, podría hundirte con mil reproches.
Podría gritarte, y gritarte, y gritarte, o podría no hacerlo.
Podría desnudarme frente a ti y permitir que... -idea de retorno no explícita-.
Podría transformarme en una paloma con alas de manía persecutoria, pero ése no es mi estilo.
Porque podría no hacerlo, porque el mundo se me ha dispuesto de forma que me parece que lo más adecuado es no hacerlo. Que no lo voy a hacer, que sólo digo mentiras y considero que hoy no es el día en el que te voy a absolver de tus pecados.

¿Qué gano? Mejor, ¿qué no pierdo?
Que sólo digo mentiras.
Y llueve. Es decir, no llueve. Llueve por dentro, no llueve por fuera.
Lluvia de dimensiones estratosféricas.

Mentiras y otras cosas dignas de decir. Existen sólo un puñado de palabras que me gustan. Y como todo, esto es un ciclo inútil de repeticiones -idea de retorno no explícita: entonces es cuando terminas-.

Ya soy uno de tus libros viejos. Ahora te diré que no sé cómo enfrentarme a un espejo y no lo entenderás porque acabo de restarle tres líneas a este párrafo, pero -como espero de todo corazón que supongas- no me queda nada más que explicar, que justificar, que contarte. Porque podría no hacerlo, y es por eso por lo que he decidido que no lo voy a hacer.

Que sólo digo mentiras.