5.12.10

En diferido

Un momento para echar de menos, sin darme cuenta. Y hundir mi cabello entre tu ropa para tratar de empaparme de tu calor. Contar kilómetros como si fueran segundos, segundos que se arrastran como si fueran horas. Allá donde el frío no se olvida de mí, en aquel lugar, allá fue donde quedaron mis alas. Las dejé envueltas, como regalos de Navidad.
La televisión ha muerto.
Primera parte de las crónicas de la unión de las tierras.

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