9.1.11

Ansias de anotar.

Arden los rincones, y ardo yo también (presa del reloj que no me deja dormir).
Adiós a los horarios. Antes de echar a correr, cerré los ojos y me paré a respirar. Ahora sé qué fue aquello que me comió por dentro. Ácido, amargo, aterrador.

2 comentarios:

Cristinaa dijo...

"Antes de echar a correr, cerré los ojos y me paré a respirar"
Me encanta lo que escribes, aunque no suelo comentar, porque no sé qué decir... Sigo así!
No te has presentado nunca a un concurso de microrelatos? seguro que ganarías algo!!
Un besico de una granaína :P

Cristinaa dijo...

Sigue* (no sigo jaja)